Antonio Muñoz Molina es, sin duda, uno de los mejores escritores en lengua española de este siglo y el anterior. Agradecemos que nos haya concedido esta entrevista conscientes de su apretada agenda.
AECL. Un libro cada miércoles, ¿qué destacaría del trabajo del alumnado al abordar la lectura que no aparezca en su diario virtual Escrito en un instante?
AMM. El esfuerzo por leer plenamente el libro, todo lo que hay en él y solo lo que hay en él, de fijarse en cómo está hecho, en el sentido en que una persona con talento mecánico desmonta un reloj para saber cómo funciona.
AECL. ¿Qué debe de su hábito lector a los tebeos que le regalaban sus familiares? ¿Considera que puede ser una buena forma de iniciar a nuevos lectores en la actualidad?
AMM. A la lectura se puede llegar por muchos caminos, y todos sirven. Antes de leer está el que le lean a uno. Y antes todavía el que le cuenten historias.
AECL. ¿Qué queda por llegar de Antonio Muñoz Molina después de obras como El jinete polaco, Beltenebros, Plenilunio o La noche de los tiempos? ¿Ver una novela suya llevada al cine supone ilusión o decepción como escritor?
AMM. Uno siempre está en un proceso de aprendizaje. Lo que a uno le queda por lograr es todo. El cine, para mí, como escritor, no tiene mucha importancia. Han adaptado algunas novelas mías con más o menos fortuna, pero no es algo en lo que yo ponga mucha ilusión.
AECL. En su breve autobiografía —http://www.antoniomuñozmolina.es— asegura que su educación sólida se debe, en gran medida, a sus maestros y profesores. En la actualidad, el hábito lector de los maestros y profesores ha descendido notablemente. ¿Qué opinión le merece las nuevas generaciones docentes que se gestan en las universidades españolas? ¿Existen diferencias significativas entre las americanas y las nacionales en la preparación de los nuevos profesores?
AMM. Carezco de elementos de juicio para emitir una opinión. Lo que yo observo en España es un contraste muy grande entre las personas que están preparadas y las que no lo están, un abismo tan grande como el que separa a los pobres de los ricos en las sociedades desiguales. Como regla general, puede decirse que las familias en las que hay interés por la educación ayudan a sus hijos de una manera decisiva. Eso es injusto, claro: la escuela y la universidad, en una sociedad democrática, están para ofrecer oportunidades de progreso a personas de origen modesto.
AECL. ¿Qué lectura recomendaría a un estudiante universitario de magisterio? ¿Y a un lector novel de 12 años?
AMM. Eso depende mucho de la historia de cada persona. A un lector de 12 años yo le recomendaría La isla del tesoro o El otro barrio, de Elvira Lindo. Al de Magisterio, quizás Vida de este chico, de Tobias Woolf.
AECL. En una frase: ¿por qué leer?
AMM. Para aprender sobre el mundo, sobre los demás y sobre uno mismo. Para ensanchar la vida.
AECL. En el congreso Leer para aprender, celebrado en Granada el año pasado, algunos maestros afirmaban que el alumnado lee ahora más que antes. Sin embargo, otros aseguraban que descifrar mensajes de móvil, ojear la Wikipedia en 20 segundos o leer entradas en el Whatsapp no es leer. ¿Se lee ahora más que antes o eso depende de la percepción que cada uno tenga del concepto leer?
AMM. De nuevo no sé cómo responder. Creo que la respuesta tendría que ver con lo que dije antes: una gran diferencia entre los que sí y los que no.
AECL. ¿Cómo fomentaría la lectura?
AMM.Desde el hogar. Enseñando pronto a leer. Enseñando a disfrutar de la literatura, no a aprender áridos apuntes o leyes gramaticales.
AECL. ¿Cómo es un jueves en la RAE? (si no entendí mal un tuit del señor Pérez-Reverte afirma que es el día de la semana en que se reúnen los académicos).
AMM. Hace bastante que no voy a la Academia, pero hay reuniones de comisiones específicas y plenos que suelen ser bastante entretenidos.
Un honor poder contar con su experiencia, saludos de la Asociación Española de Comprensión Lectora (le seguimos en Twitter, @amunozmolina, para nuestros lectores interesados)