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Lunes, 14 Octubre 2013 22:18

Literatura infantil (I)

Prácticamente cada campo literario tiene su propio circuito de concursos y galardones. Los poetas, los narradores, los cuentistas, los escritores de micro-relatos… todos pueden aspirar a premios con los que dar un impulso a sus carreras enviando sus manuscritos al premio que más se les ajuste. 

Hay, además del género literario en el que se escribe, la oportunidad de elegir los premios en función del tipo de público al que van dirigidas las obras. De esta forma tenemos premios de literatura en formato digital para un público informatizado; premios que respaldan la literatura de una determinada zona geográfica –de este tipo serían los galardones dados a obras propias de cada comunidad autónoma, como por ejemplo, el Premio Esquío de Poesía, para la literatura escrita en gallego y activo hasta 2008–; por su parte los autores de obras pías y sensibilidad religiosa pueden optar al Concurso Literario Católico de Historias Cortas, organizado por la editorial Vita Brevis mientras que los interesados en las obras para adultos tienen, o tenían, La sonrisa vertical. El espectro de posibilidades es prácticamente inabarcable, por lo que ningún autor se queda sin la posibilidad de competir.

Todos estos campos tienen premios que o bien ya han sido reseñados o están en el telar, y todos son igualmente atractivos. Esta entrada, sin embargo, no viene para dar noticia concreta de ninguno de ellos –con fechas, cantidades de dinero y bases de concurso–, sino a mencionar la relevancia que tiene un determinado tipo: hablamos de los premios dedicados a la literatura infantil. Es interesante ver el impulso que un premio literario ejerce en una literatura que sirve tanto para el disfrute del niño –el lector– como herramienta para el maestro. Un libro dedicado a un público infantil no es solamente un libro de lectura, digamos, recreativa, pues en muchos casos las primeras experiencias de aprendizaje pasan por el contacto con una de estas obras. En la ficción narrada se encierran los primeros contactos que el joven lector va a tener con el mundo que le rodea, la adquisición de sus primeros conocimientos. En el contexto de la comprensión lectora, poco puede hacerse con nuestro alumnado si la lectura no comienza a estimularse en la población más joven. Y si a esta función formativa se le añade la educativa –estos libros a menudo son vehículo de valores humanos fundamentales– tenemos en esta literatura infantil uno de los pilares de la enseñanza.

No extraña, por lo tanto, que haya buenos y sustanciosos premios para este género de autores. Como botón de muestra no puede dejar de mencionarse la XXV edición del premio Ala Delta (Edelvives) o la XXXVI edición del premio Barco de Vapor –con sendas colecciones hemos crecido muchos de nosotros–, que llevan varias décadas a sus espaldas y que cada año vuelven con renovadas fuerzas. No menos activo es el Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil, que celebra en 2013-14 su XXI convocatoria y que actualmente está a la espera del fallo de jurado. Menos conocidos, quizá, sean el Premi de Literatura Infantil «Atrapallibres», el Premio La Brújula o el Premio Príncipe Preguntón, dedicado este último a la creación de poesía infantil. Todos ellos forman parte de una extensa red de concursos de los que la literatura infantil puede beneficiarse, pues al fin y al cabo, estos premios no solo permiten que los escritores no abandonen su labor creadora, también facilitan la publicación y la distribución de los textos, todo con el fin de que nuestros niños sigan creciendo a través de la lectura.

 

A pesar de que este texto del profesor de la Universidad Complutense Pablo del Río tiene casi veinte años de antigüedad, los temas que plantea son de plena actualidad: el problema de cómo se "adiestra" la comprensión lectora y la importancia que ello conlleva para el trabajo en la escuela, dado que es imprescindible para "aprender a aprender". Se plantea la adquisición de esquemas (en la línea de las macroestructuras de Van Dijk) como necesaria para una adecuada comprensión, y la posibilidad de que la escuela proporcione la reflexión necesaria y la familiaridad con dichos esquemas.

Viernes, 11 Octubre 2013 10:38

La cámara sangrienta y otros cuentos

Escrito por

La escritora británica Angela Carter (1940-1992) ha ido alcanzando con los años un estatus de autora de culto, al que probablemente haya contribuido su prematura muerte a los cincuenta y dos años debido a un cáncer. Pero desde luego no se puede negar que es dueña de una voz narrativa muy pero que muy personal. En su iconoclasta producción se entremezclan el interés por los cuentos infantiles tradicionales, la influencia del surrealismo francés y una perspectiva feminista revolucionaria para su época, lo que da como resultado una de las obras más personales e inclasificables de la segunda mitad del siglo XX. Esta semana recomendamos la que nos parece su obra más conseguida La cámara sangrienta y otros cuentos (1979).

Se trata, como su propio nombre indica de una antología de relatos breves (aunque la extensión de unos y otros es muy diversa ya que los hay desde apenas dos páginas hasta alguno de más de cuarenta…). Todos ellos tienen un punto en común, un hilo que vertebra la obra en su conjunto. Y es que cada uno de ellos es una relectura o una mezcla de uno o varios cuentos infantiles: desde Barbazul a Caperucita roja, pasando por Alicia en el país de las maravillas, El gato con botas o La bella y la bestia. Pero cada uno de los cuentos de Angela Carter reinterpreta el cuento tradicional que toma de partida de tal modo que queda prácticamente irreconocible. Especialmente curioso resultan en ese sentido uno titulado “Micifuz con botas”, en el cual vemos la perspectiva del propio gato protagonista, y “En compañía de lobos”, que presenta a una Caperucita que sabe usar bien sus armas de mujer para controlar al lobo. También el que da título al volumen “La cámara sangrienta” supone una curiosa reinterpretación del cuento de Barbazul, que tal vez sea un cuento menos conocido en el mundo hispano pero no así en el anglosajón. Pero que nadie se confunda y vaya buscando historias escritas en un estilo llano, ligero y fácil de seguir al modo de los cuentos infantiles, porque la escritura de Ángela Carter es todo lo contrario: lo onírico y lo sexual prima sobre lo racional, lo ordenado y lo lógico. A la autora lo que de verdad parece importarle en cada cuento es crear una determinada atmósfera, de manera que a veces nos cueste seguir el hilo de lo que se está contando… pero aún así el relato nos sigue atrayendo.

En definitiva, una obra que no es precisamente de fácil lectura, pero en la que lo poético, lo surrealista y lo onírico se cuelan constantemente en el mundo de los cuentos de hadas con resultados únicos.

Angela Carter

Angela Carter

Jueves, 10 Octubre 2013 12:46

Un príncipe en la nevera

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Título: Un príncipe en la nevera (Editorial Punto de Lectura)

Autor: César García Muñoz.

Biografía: César García Muñoz nace en Madrid. Se caracteriza por ser un lector impaciente y gran amante de la lectura. Siempre ha mostrado interés por la literatura fantástica y juvenil.

Sinopsis: Sara es una pequeña que no sabe quién se está comiendo sus helados de chocolate. Un día vigila y observa a un precioso diminuto robando lo que no es suyo. De pronto, la nevera la absorbe.

Anotaciones: Este maravilloso cuento nos retrata un mundo de fantasía donde todos los personajes adquieren matices relevantes. Así nuestra protagonista formará parte del mundo mágico de Mundo – Vera. Con esta novela César García Muñoz ha logrado retratar un mundo diferente y lleno de magia.

 

Esta guía, elaborada por Juan Pinzas y editada por el Ministerio de Educación de Perú, presenta una visión abarcadora y completa del proceso de comprensión lectora y se centra en aquellas estrategias de tipo metacognitivo que pueden servir para su mejora. Las estrategias metacognitivas son, en ocasiones, las grandes olvidadas de la instrucción lectora, pero su importancia está fuera de duda: la autorregulación del proceso y la reflexión sobre el mismo por parte del sujeto, con la guía del profesor, resulta de gran ayuda; en este caso, las recomendaciones se centran en la Enseñanza Secundaria, aunque su práctica puede comenzar desde temprana edad.

Viernes, 04 Octubre 2013 17:27

Quevedo. Poesía varia

Escrito por

Los que sigan habitualmente esta sección se habrán dado cuenta ya de que no soy yo mucho de poesía precisamente. Pero es que hay escritores a los que hay que leer no solamente por el placer estético de su literatura, sino por lo mucho que nos enseñan sobre su época, su país y sobre la naturaleza humana en general. Y en ese sentido hay pocos como don Francisco de Quevedo.

Ya sólo por su magnífico dominio de la lengua española que le permitía hacer los juegos lingüísticos más impresionantes como el del “Soneto difícil”:

Es el amor, según abrasa, brasa;
es nieve a veces puro hielo, hielo;
es a quien yo pedir consuelo suelo,
y saco poco de su escasa casa.

merece la pena leer o releer la poesía de Quevedo. Si a eso le sumamos su apabullante facilidad para la poesía (vamos, que a Quevedo los versos se le caían de los bolsillos…) y su enorme sentido del humor ya tenemos un poeta superlativo. Pero es sobre todo su condición de paradigma del hombre del Barroco, lleno de contrastes y de contradicciones que se ven perfectamente reflejados en su poesía lo que da a ésta un carácter único. Así Quevedo es capaz de mostrarse como el más recalcitrante de los misóginos en poemas como los dos dedicados al mito de Apolo y Dafne, y de ser considerado también justamente como uno de los más altos poetas amatorios de la literatura española gracias a maravillas como “Amor constante más allá de la muertes”, con sus recordados últimos dos versos:

 Serán ceniza, mas tendrá sentido;
 Polvo serán, mas polvo enamorado.
 

Es capaz de captar a la perfección la más profunda angustia respecto a temas metafísicos como el paso del tiempo o la muerte en toda una serie de magníficos sonetos como aquel que dice:

 Ayer se fue, mañana no ha llegado; 
hoy se está yendo sin parar un punto: 
soy un fue, y un será, y un es cansado. 

Y acto seguido es capaz de hacernos reír a carcajadas con poemas tan divertidos y recordados como el que dedicó a Góngora, “A un hombre de gran nariz” o el que dirigió al mosquito de la trompetilla y que comienza así:

Ministril de las ronchas y picadas,
mosquito postillón, mosca barbero,
hecho me tienes el testuz harnero,
y deshecha la cara a manotadas.

Es capaz de reflejar los pensamientos más elevados como en su famoso “Salmo XVII” que comienza diciendo aquello de Miré los muros de la patria mía, y acto seguido nos sorprende con la atracción que siente por el mundo del hampa y los bajos fondos de su época y cuyo lenguaje “de germanías” supo captar a la perfección con sus jácaras, como la recordada “Carta de Escarramán a la Méndez”.

Pero si hay un poema de Quevedo que me parece que condensa a la perfección lo que es Quevedo como poeta es su famosa letrilla “Poderoso caballero es Don Dinero”, donde se dan la mano un cauce poético popular, como es una letrilla, con una facilidad versificadora brutal, hasta el punto de haberse convertido ese verso en un dicho popular que ha llegado hasta la actualidad, con una admirable capacidad de condensar en esa letrilla un tema tan universal y a la vez tan español como es el poder del dinero. De manera que en los apenas 48 versos del poema está perfectamente explicado por qué el imperio más grande y poderoso que ha existido en la historia acabó degenerando en lo que es hoy España…

Francisco de Quevedo

Francisco de Quevedo

Lunes, 30 Septiembre 2013 20:12

¡A dormir!

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Título: ¡A dormir! (Ed. Parramon/Parenting-Tris Tras)

Autores: Joan de Déu Prats y Gloria García

Biografía: Ambos autores destacan por su ardua labor como miembros de la literatura infantil y juvenil. Juntos han conformado el eslabón primordial para la publicación de este maravilloso cuento.

Sinopsis: Edu es un pequeño que no duerme. Piensa que dormir no es necesario puesto que tienes mejores cosas que hacer durante todo el día, jugar sin parar. Sin embargo, un gran día llega un búho que le mostrará con facilidad lo importante que se convierte el dormir.

Anotaciones: Este cuento no solo es interesante porque nos muestra actitudes de los jóvenes que tenemos a nuestro alrededor, sino que sirve como guía para los papás y las mamás del hogar. Se muestra no solo en sus ilustraciones sino a partir de la exposición de los factores que pueden afectar en el desarrollo de esta etapa tan significativa.

El grupo "Lazarillo", formado por investigadores de la Universidad de Cantabria dirigidos y coordinados por Isabel Tejerina y Borja Rodríguez, presenta en este estudio el resultado de una encuesta realizada a 1400 alumnos de 3º y 4º de ESO, donde se analizan variables relacionadas con el rendimiento escolar, el ambiente del adolescente y sus aficiones lectoras. Se observa que la "afición lectora" se puede definir en parámetros cuantitativos (número de libros leídos al año) y cualitativos (autocalificación como lector), y que no hay correlación entre ellos, de manera que, aunque el 12,38% de los encuestados lee más de diez libros al año, solo el 5,61% se consideran "lectores empedernidos". Esto se explica por el hecho de que los adolescentes lectores, en su mayoría, no identifican, aún, este rasgo como parte de su personalidad, distinguiéndose, pues, entre dos grupos de lectores habituales. Por otro lado, se relacionan estos dos grupos de lectores con el resto de variables estudiadas llegando a la conclusión de que hay diferencias entre uno y otro que surgen de la diferente afectividad con que se acercan a la lectura.

Viernes, 27 Septiembre 2013 11:23

El muchacho persa

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Alejandro Magno es sin duda uno de los personajes históricos que más ha cautivado siempre la imaginación de las generaciones posteriores. Por ello mismo ha sido objeto de numerosos tratamientos literarios, desde las versiones más fantasiosas de su vida, sobre todo en la Edad Media, como El libro de Aleixandre, hasta su abundante utilización como tema ya en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI, como no podía ser de otro modo en esta prolongada época de esplendor que vive la novela histórica. Especialmente monumental parece la trilogía de Alexandros que en 1998 publicó Valerio Massimo Manfredi, y no cabe duda que resulta una versión de la historia de Alejandro bastante entretenida. Sin embargo, ya treinta años antes la escritora británica Mary Renault (1905-1983) había escrito otra trilogía sobre Alejandro Magno, cuya pieza central es una pequeña joya, que se convirtió en un clásico instantáneo y que sigue estando presente en todos los puntos de venta de libros de bolsillo. Estamos hablando de El muchacho persa, novela de resultados literarios infinitamente superiores a las de Manfredi.

Y es que en esta obra Renault se centra en la parte de la vida de Alejandro que va desde su llegada a tierras persas hasta su muerte varios años más tarde, pasando por su conquista de toda Persia y ya llegada a la India. Pero en lugar de utilizar un narrador omnisciente, y en consecuencia más distante y frío, Renault nos cuenta la historia desde el punto de vista de uno de los personajes históricos más cercanos al propio Alejandro: Bagoas, el muchacho persa al que hace referencia el título, un esclavo eunuco que pasa de estar al servicio del gran rey persa Darío a ser regalado a Alejandro tras la muerte de aquel. El muchacho pasará pronto a convertirse en el criado favorito del gran rey macedonio y a enamorarse de éste, estableciéndose entre ambos una intensa relación. Es la mirada de Bagoas, cargada de sensibilidad, la que dota de una enorme belleza la narración de las conquistas de Alejandro, de su pasión por el poder, de los entresijos del poder en su corte y sobre todo del volátil y complejo carácter del conquistador más grande que haya conocido la historia.

En definitiva, una de esas novelas que demuestran que el rigor histórico en la reconstrucción de los hechos no tiene por qué estar reñido con la calidad literaria, y que por lo tanto, la novela histórica no tiene por qué constituir por defecto un género menor o popular, tal como suele ser considerada.

Mary Renault

Mary Renault

Martes, 24 Septiembre 2013 10:31

El violín de Pazlús

Escrito por

Título: El violín de Pazlús

Autor: Jacobo Muñiz López

Biografía: Jacobo Muñiz López es un gran autor dedicado principalmente a la literatura infantil. Además, se ha caracterizado por sus grandes avances dentro de la ilustración y su enorme facilidad para dibujar todo aquello que quiere enseñar a los pequeñitos del hogar.

Sinopsis: Nuestro pequeño protagonista, Pazlús, pasa todos los días jugando al balón con sus amigos. Todo cambia cuando un día descubre el “violín”…

Anotaciones: Con este cuento corto nuestro autor ha querido plasmar el momento de los niños en su etapa de la guerra civil española. Estamos ante un libro sorprendente que nunca deja de ser enigmático por la forma de redacción y básico por el elemento cultural como paradigma esencial.

 

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