La colección Cuadernos de Educación Inclusiva tiene como objeto avanzar en la construcción de un conocimiento especializado, oportuno e innovador sobre el campo de la educación inclusiva. Cada uno de los volúmenes, indaga en la reformulación de criterios epistémicos, investigativos y metodológicos, que permitan repensar los fundamentos intelectuales, didácticos y pedagógicos, desde concepciones más amplias, sobre la Educación Inclusiva y otros campos de la pedagogía en el nuevo milenio.
En este contexto, el Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación Inclusiva, ha orquestado la edición de diversos volúmenes inspirados en la modernización de las bases teóricas y metodológicas de este enfoque, a fin, de ampliar las oportunidades educativas, desde la cristalización de prácticas sociales, culturales y pedagógicas que superen los reduccionismos seudo-incluyentes basados en la imposición, justificación y promoción de un discurso acrítico y técnico sobre la inclusión, desde la perspectiva tradicional del modelo de Educación Especial.
La modernización del discurso de la educación inclusiva indaga no sólo en las conexiones políticas e ideológicas destinadas a ampliar las oportunidades sociales, educativas y culturales a sus reduccionismos clásicos, como son: personas en situación de discapacidad y necesidades educativas especiales. Más bien, explicita la necesidad de politizar su objeto, desde la comprensión de las relaciones estructurales que operan como mecanismos de resistencia o relegamientos, en prácticas educativas y sociales concretas. En efecto, la lucha por la inclusión representa la posibilidad de construir un nuevo modelo de ciudadanía y la consolidación de un innovador campo de actualización y resignificación de todas las dimensiones implicadas en la Ciencia Educativa del siglo XXI. La revolución ya comenzó y, la inclusión, es la principal arma de reforma de todos los campos de vida ciudadana.
Hablar de Educación Inclusiva, no implica únicamente, referirse a efectos opresivos, a poblaciones excedentes, a la búsqueda de la calidad y de políticas de formación docente con tintes positivistas y alejadas de la lucha por la justicia social. Hablar de educación inclusiva es saber comprender cómo operan las relaciones estructurales que afectan/condicionan la vida social y escolar de todos los niños, jóvenes y adultos. Implica repensar la enseñanza, educar en función de los talentos humanos, restituir al sujeto en el discurso pedagógico, etc. En suma, implica superar la dosis de elementitis que afecta gravemente a la educación, mediante la búsqueda de soluciones alternativas que permitan politizar el tema de la diversidad como propiedad intrínseca a lo humano y, desde allí, superar la imposición de formas condicionales propias de la Educación Especial para construir prácticas educativas de tipo inclusivas. Del mismo modo, contradice las bases psicológicas y pedagógicas tradicionales que configuran mapas abstractos sobre el aprendizaje, la enseñanza, los sujetos educativos y el funcionamiento de la escuela, privilegiando a algunos estudiantes y, excluyendo a otros.
No sólo estamos llamados a reformular el campo de la inclusión como enfoque de amplio alcance, sino que involucra además, la reformulación y el rescate de la Educación Especial ante su inminente deterioro léxico, ideológico, conceptual, teórico y metodológico.
(Extracto del Prefacio, realizado por Aldo Ocampo, coordinador del volumen)