Siempre que se habla del escritor colombiano Gabriel García Márquez su nombre se asocia rápidamente a Cien años de soledad, la novela que en 1967 le reportó instantáneamente la fama mundial. Sin embargo, en mi opinión, su auténtico techo como escritor lo alcanzó en 1985 cuando, ya en plena madurez y sin nada que demostrar a nadie (había ganado el premio Nobel apenas tres años antes), publicó El amor en los tiempos del cólera, una de las mejores novelas del siglo XX.
Inspirada en la historia real del noviazgo de los padres del autor, y ambientada a finales del siglo XIX y comienzos del XX, la novela nos presenta un triángulo amoroso nada convencional formado por Fermina Daza y los dos hombres que la amarán durante toda su vida: su marido Juvenal Urbino y el hombre que la ama en secreto, Florentino Ariza. La historia de estos tres personajes y sus relaciones, que se extiende durante más de medio siglo, sirve a García Márquez para volcar en su novela su enorme conocimiento de la toda tradición amatoria de la literatura occidental desde la literatura grecolatina a la actualidad, pasando por el amor cortés o los folletines de lágrimas del siglo XIX. Así, la novela está llena de tópicos amatorios (asociados generalmente a la figura de Florentino Ariza) que el genial escritor colombiano siempre subvierte con su particular sentido del humor caribeño. Por poner sólo un ejemplo, el tópico de la enfermedad de amor se asocia aquí a síntomas tan poco románticos como las cagantinas, el estreñimiento o los vómitos verdes… Por otro lado, en la parte de la trama que sigue el medio siglo de matrimonio de Fermina Daza y Juvenal Urbino, García Márquez refleja también de manera bastante sarcástica su propia experiencia sobre las penalidades del día a día del matrimonio.
Antes de terminar, sólo un consejo, léanse al menos las primeras ochenta páginas del libro del tirón. Incluso si en la página 35 notan ustedes que no les gusta demasiado la historia, aguanten hasta la página ochenta. Y es que otra de las genialidades de esta novela es la estructura con la que está construida, ya que comienza ocupándose de la muerte de un personaje, Jeremiah de Saint-Amour, lo que aparentemente va a constituir la trama central y no es hasta el final del primer capítulo (más o menos en la página ochenta) cuando aparece el auténtico protagonista de la novela, Florentino Ariza. Comienza entonces un enorme flash-back que ocupará el resto de la novela, remontándose cincuenta años atrás y llegando otra vez hasta el tiempo presente de la misma.
En definitiva, en El amor en los tiempos del cólera están presentes casi todos los tipos de amor: el sexual y el romántico, el conyugal y el extraconyugal, el amor secreto y el amor pagado, el amor juvenil, el maduro y el anciano. Quizá por ello es una de las historias de amor más bellas jamás escritas.
Gabriel García Márquez