Aunque soy de la opinión de que el teatro no es para leerlo sino para verlo, esta semana traemos a esta sección una de las obras más universales de la historia de la literatura: Edipo rey, del maestro de la tragedia griega Sófocles.
Edipo, soberano de Tebas, envía a consultar al Oráculo sobre la manera de acabar con la peste que está asolando a su reino. La respuesta de éste, sólo cuando el asesino del anterior monarca, Layo, sea descubierto y castigado cesará la peste, da inicio a las concienzudas pesquisas de Edipo para encontrar al culpable y salvar a su pueblo. Pero, sin que él lo sospeche, esa investigación le conducirá inexorablemente a conocer sus verdaderos orígenes y a enfrentarse al más trágico de los destinos…
La versión de Sófocles del famoso mito de Edipo es para mí probablemente la mejor tragedia que se haya escrito nunca (aunque, paradojas de la vida, quedó segunda en la competición el año de su estreno superada por otra tragedia hoy completamente olvidada…). Y es que, si Aristóteles en su Poética establecía que el objetivo de la fábula de una tragedia debía ser el de provocar el miedo y la compasión en el público, no hay duda que la de Edipo es la más pavorosa a la par que lastimosa historia, ya que es imposible no sobrecogerse ante lo inevitable e irreversible de su terrible destino adverso.
Pero el principal mérito de la obra no está sólo en la historia de Edipo, sino en la magistral manera de contarla del maestro Sófocles. Éste se sirve de la conocida ironía sofoclea (haciendo decir en ocasiones a los personajes palabras cuyo verdadero alcance sólo lo conoce el público) y va creando un crescendo continuado de tensión a lo largo de la obra, con momentos tan logrados en ambos sentidos como el diálogo entre Edipo y el adivino Tiresias (personaje secundario que “roba” la escena en la que aparece), o el cara a cara ya en el tramo final de la obra entre los dos pastores a los que ha mandado llamar el propio Edipo.
En definitiva, una obra maestra con la que, tal como afirma García Márquez, Sófocles, sin saberlo, estaba creando la primera trama de detectives y casi la única perfecta…