Esta semana traemos a esta sección la obra más reconocida de uno de los pensadores más influyentes del siglo XX: La peste, del escritor francés Albert Camus. La novela de Camus, publicada por primera vez en 1947, narra un brote de peste supuestamente acontecido en la ciudad de Orán en algún momento indeterminado de la década de 1940. Pero si solamente se tratase de la recreación documental de una peste no estaríamos hablando de esta obra, ya que el de las pestes es uno de los motivos literarios más antiguos que se conocen, motivo que se ha perpetuado en la tradición occidental desde Tucídides al propio Camus, y que consta de una serie de elementos constitutivos que se repiten casi siempre en las distintas evocaciones literarias de la peste.
Lo maravilloso de la novela de Camus, no es sólo que contenga una descripción de una peste. El principal mérito de esta obra es que constituye, como el propio narrador llega a denominarlo en algún momento, un “estudio de la peste”, en el que se nos muestran los efectos que ésta produce en una sociedad determinada y cómo condiciona su comportamiento en todos los ámbitos de la vida hasta en sus más nimios detalles, sobre todo en relación con los sentimientos humanos como el valor, la honradez, el respeto, la capacidad de sacrificio, el compañerismo, la amistad o el amor. Todos estos sentimientos están presentes en la relaciones entre los principales protagonistas, el abnegado doctor Bernard Rieux, su compañero Tarrou, el periodista Rambert para quien sólo existen sus sentimientos o el vecino Cottard, el único que se siente “feliz” en medio de la tragedia.
En definitiva, un clásico de la literatura del siglo XX que, en un nivel más profundo, ha sido leído frecuentemente como una metáfora de la resistencia francesa a la ocupación nazi durante la segunda guerra mundial.
Albert Camus