Me voy con vosotros para siempre. Fred Chappell
Nacido en Carolina del Norte, 1936, es novelista y poeta. Como poeta escribió la tetralogía Midquest (1981), compuesta por cuatro volúmenes publicados anteriormente: River (1975), Bloodfire (1978), Wind Mountain (1979), y Earthsleep (1980). En 1968 su novela Dagon ganó el premio al mejor libro del año, concedido por la Academia Francesa, ganó el premio World Fantasy Award dos veces (por el cuento The Somewhere Doors (1992) y The Lodger (1994)) y entre otros premios ganados se encuentran el Prix de Meilleur des Livres Etrangers, el Bollingen Prize, el T. S. Eliot Prize y ocho veces el Roanoke-Chowan; entre 1997 y 2002 ostentó el título de Poeta Laureado de Carolina del Norte.
La obra que hoy nos ocupa, Me voy con vosotros para siempre (I am one of you forever), fue publicada en 1985. Novela autobiográfica y narrada en primera persona, está situada en Carolina del Norte, en una granja en las montañas cuando el autor tenía 10 ó 12 años. Dividida en capítulos que cuentan una historia cerrada, todos ellos centrados en la vida diaria de la granja, de la familia. Es por esa casa que pasan diferentes y excéntricos invitados de la familia: el tío Luden vividor y mujeriego; el tío Zeno que cuenta historias que no acaban, el tío Runkin que duerme en un ataúd que lleva a todas partes; la tía Samantha Barefoot que canta en la radio y es famosa y convence a la abuela para que participe en un programa de radio; un veterinario con un caballo particular…. La visita, que posteriormente se convierte en permanente, que más disfruta es la de Johnson Gibbs, adolescente huérfano que la familia adopta y contrata como bracero. Conocemos a varios personajes: los principales: Jess, su padre y Gibbs, como secundarios pero siempre presentes la madre y la abuela. Hay una gran complicidad entre los protagonistas debido a su carácter similar aún cuando la diferencia de edad es tan grande, el padre de treinta y tantos, Gibbs de veinte y Jess de diez. Todas estas aventuras son observadas por la mirada tierna y protectora de su madre, profesora en la escuela del pueblo; y de su abuela, “que sólo gastó una broma en su vida”. Algunas de estas historias son divertidas, otras desgarradoras, como el descubrimiento de la muerte con la desaparición de un ser querido en el campo de batalla; otras son imaginativas y sarcásticas en cierto modo. Con esta novela Chappel se une a la corriente de la tradición norteamericana que disfrutan de la vida rural simple y llanamente; por ejemplo descubrimos ciertos atisbos de Las aventuras de Tom Sawyer, en la sencillez de la narración, en lo natural que parece todo, en lo ingenuo de las bromas que se gastan, en lo surrealista de la barba del tío Gurton… No es de extrañar que se le haya descrito como “el moderno Mark Twain”.