El artículo es una reflexión, publicada en la revista La Colmena (nº72, octubre-diciembre de 2011), donde Hilda Ángela Fernández R. y Rogerio Ramírez Gil plantean la importancia de la competencia lectora para el investigador.
Añaden a la reflexión general una exhaustiva relación de habilidades y actitudes de un lector competente: el lector investigador debe ser un lector eficaz capaz de formular hipótesis, comprender el vocabulario científico, discriminar el discurso propio del leído y del elaborado a partir de la lectura y, en definitiva, reflexionar en los conocimientos adquiridos y los nuevos.
A continuación, se indican los tipos de lectura en la actividad investigadora, que los autores denominan "exploratoria" (o prelectura) y "minuciosa" y se insiste en la importancia de una lectura inferencial y crítica en la actividad investigadora.
Quizás no sea una aportación excesivamente novedosa pero certero a pesar de su brevedad.