Natalia Irrazábal, de la Universidad de Buenos Aires, publica una reflexión sobre la actuación paralela los procesos de comprensión lectora y los procesos de metacomprensión con el fin de crear el modelo de situación que permite comprender y recordar el contenido de un texto. Esta metacomprensión consiste en dos subprocesos que suceden: el monitoreo o detección de errores en la comprensión y el control metacognitivo o detección y aplicación de estrategias de corrección de dichos errores. El número de disrupciones (palabras desconocidas, pronombres ambiguos, ausencia de conocimientos previos necesarios...) constituye una de las formas de medir la actividad del monitoreo, tal como se comenta en el artículo, que también enumera los aspectos que deben ser monitoreados. Finalmente, se presenta una experiencia que demuestra que, a pesar de que la regulación metacognitiva, se supone, aumenta con la edad, hay adultos que no son capaces de aplicar las estrategias necesarias para corregir los errores que, presentes en un texto, dificultan su comprensión. La autora argumenta a favor de la convivencia entre la investigación en comprensión lectora y en metacomprensión.